domingo, 4 de enero de 2009

LA ESCUELA DE FANTASMAS

Érase una vez un pequeño fantasma llamado Alex que vivía a las afueras de una ciudad humana. Alex iba a la escuela de fantasmas pero él preferiría no ir allí porque todos los niños se reían de él porque su sábana era negra.

Unos decían:

-¡Ja, ja, ja! ¡Qué sábana tan fea!

Y otros:

-¡Qué horror de mochila!

El pobre Alex pasaba la mitad del día humillado y para colmo las clases no le salían bien.

Cuando le preguntaron la lección de Ciencias se le olvidó por la vergüenza que pasaba y en el examen de mates no se concentró por las risas y cuchicheos que se oían en la clase.

Él decía que su vida era un asco sólo porque en el colegio se reían de él y no tenía amigos.

Un día Alex le contó a su madre lo que pasaba y ella fue a hablar con la profesora y le contó le que ocurría.

Al día siguiente todos los niños y niñas del colegio se habían enterado y en vez de reírse de él le decían:

-¡Chivato, chivato ¡

-¡Tu madre te tiene que defender!, eres un bebé…

Pasaron los días y entonces en el colegio dieron la noticia de que había llegado una alumna nueva y Alex pensó:

-¡Genial! Otra persona que se reirá de mí…….

Pero se equivocaba, cuando la niña entró en la clase todos estallaron a carcajadas, todos menos Alex. Él la observaba con detenimiento pensando:

-Pobrecita…….

La profesora mandó callar y nos la presentó.

- Esta es Carla- dijo.

Cuando terminó la clase fuimos al recreo y Carla se sentó en un banco del patio. Alex fue a verla, que por cierto no os he contado que Carla llevaba muletas.

Estuvieron hablando durante todo el recreo y Alex descubrió que Carla y él tenían algo en común ¿Y sabéis qué era? Que todo el mundo se reía de ellos: de Alex porque su sábana de fantasma era muy fea y de Carla porque llevaba muletas.

Cuando terminó el recreo era la hora de educación física y lógicamente Carla no pudo hacerla. Ese día en educación física tocaba volar lo más rápido posible y después saltar el potro. Habían hecho ese ejercicio muchas veces pero a Alex no se le daba demasiado bien. Bueno, correr sí, porque era el más rápido de la clase, pero saltar el potro……

Cuando le tocó su turno corrió lo más rápido que pudo. Pero de repente……

- ¡AAAY! -Alex se calló de morros en la colchoneta y toda la clase se rió a carcajadas.

El profesor de educación física mandó a Alex levantarse de la colchoneta y le dijo:

-Alex tienes que mejorar ese salto o de lo contrario suspenderás educación física.

Sonó el timbre, era la hora de irse a casa. Alex esperó a Carla y la quiso acompañar a casa, pero ella le dijo:

- No te molestes, Alex, sólo me queda una semana para que me quiten las muletas, además, no hay por qué preocuparse, no me voy a perder y si eso ocurriese llevo móvil.

¡Ah! y otra cosa más, cuando me quiten las muletas puedo ayudarte con eso del potro. Soy la campeona de la ciudad donde antes vivía y hoy podemos arreglar lo de tu sábana negra.

-¿Cómo?

-Ya lo veras, vamos.

Cuando llegaron a casa, Alex presentó a Carla a sus padres. Fueron a la habitación de Alex y Carla empezó a trabajar. Pero, antes le preguntó:

¿De qué equipo eres?

-Del Valladolid.

Carla le dibujó unas rayas blancas y violetas con el escudo del Valladolid.

-Ya está- dijo Carla.

Alex se miró de arriba abajo y le dio las gracias.

Al día siguiente cuando fueron al colegio ya nadie se reía de Alex sin embargo decían:

-¡Qué sábana tan chula!

Llegaron a clase y todo el mundo miraba a Alex. Él estaba algo preocupado porque todavía no sabía saltar el potro Sin embargo Carla estaba muy tranquila.

En una semana, cuando le quitaron las muletas a Carla, le enseñó a saltar el potro, aprendió muy rápido y cuando le toco saltar en clase lo hizo muy bien.

Todos prometieron no volver a reírse nunca más de las personas con discapacidad o que sean diferentes a ellos.

LAURA HERRERA

4 comentarios:

Raquel dijo...

un poco aburrido falta salero

lucia dijo...

un poco aburrido falta ritmo.

sara dijo...

muy pero que muy haburrido

Andrea hernando dijo...

es muy interesante pero a la vez un poco aburrido