viernes, 3 de febrero de 2012

UN TROPEZÓN IMPERDONABLE.

Un día de verano, María le dijo a su padre:
-Papá, voy a salir al parque a dar una vuelta.
-¡Vale!- pero no tardes- le contestó.
María salió a dar una vuelta. De repente se tropieza con algo y...¡se cae!
-¡Ay, ay, ay, ay!- dijo una voz- ¡qué daño!
Cuando se levantó, María no vio nada más y nada menos que.....¡un duende!
-¡Hola, me llamo José!- dijo el duende.
-Yo, me llamo María- murmuró sonrojada.
-¡Me he hecho un poco de daño en la cabeza!
¿Quieres que te lleve a mi casa?
-Vale, pero con cuidado- chilló el duende José.
María lo cogió en brazos y lo llevó a su casa.
Allí, le curó las heridas,le quitó el polvo y le dio crema para el pelo.
¡Qué amable eres!- dijo José- Eres la mejor persona que he conocido.
Mª José Casado.

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