El
campesino Pietro fue a su huerto de árboles frutales con la intención
de recoger manzanas . Al acercarse Pietro vio manchas de diversos
colores: azules, amarillas, rosas, violetas.....
-Diablos - pensó - nunca he visto manzanas
de colores ¿cómo es posible? Cuando estuvo cerca de árbol el misterio se
aclaró de pronto. Entre las ramas y las hojas colgaban ordenadamente
centenares de zapatillas .
-¿A quién se le habrá ocurrido colgar tantas zapatillas?
Subió al árbol y se dio cuenta de que las zapatillas habían crecido en el árbol en lugar de manzanas. Examinó aquellas bonitas y extrañas zapatillas.También descubrió que había zapatillas de toda las tallas. Y pensó:
Subió al árbol y se dio cuenta de que las zapatillas habían crecido en el árbol en lugar de manzanas. Examinó aquellas bonitas y extrañas zapatillas.También descubrió que había zapatillas de toda las tallas. Y pensó:
-¿Habrá de mi talla? ¿podré coger alguna?
Así que se subió al árbol de nuevo y se puso a buscar.Tras haber buscado y buscado y buscado, la encontró.
De repente le vino una idea a la cabeza:" el viernes hay un mercadillo en la plaza del pueblo, puedo coger algunas y venderlas. Así me sacaré algún dinero".
Por tanto, el viernes fue a la plaza temprano y montó una pequeña caseta para colocar las zapatillas y venderlas. Pasaron unos treinta minutos y empezó a llegar la gente. Al cabo de unos cinco minutos su caseta estaba llena. Como le fue bien, todos los días que hay mercadillo hace lo mismo. Con el dinero que se saca compra muchas semillas y plantas para su huerto y nunca pasa hambre.
Así que se subió al árbol de nuevo y se puso a buscar.Tras haber buscado y buscado y buscado, la encontró.
De repente le vino una idea a la cabeza:" el viernes hay un mercadillo en la plaza del pueblo, puedo coger algunas y venderlas. Así me sacaré algún dinero".
Por tanto, el viernes fue a la plaza temprano y montó una pequeña caseta para colocar las zapatillas y venderlas. Pasaron unos treinta minutos y empezó a llegar la gente. Al cabo de unos cinco minutos su caseta estaba llena. Como le fue bien, todos los días que hay mercadillo hace lo mismo. Con el dinero que se saca compra muchas semillas y plantas para su huerto y nunca pasa hambre.
Lorena Martín
2 comentarios:
Me ha gustado mucho
El final es muy original yo también pensé que se acababa así.
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