sábado, 11 de diciembre de 2010

EL GRAN CONCURSO DE NAVIDAD

Érase una vez en una ciudad muy contrariada, donde las verduras sabían como las golosinas, la gente se divertía en el trabajo y no les pagaban, y al contrario, con la feria, la ciudad estaba muy contenta que significa que estaba triste.

Esto sólo se podía solucionar el venticinco de diciembre, en Navidad, antes de las doce de la noche. Sólo lo podía hacer el niño elegido porque tenía en su poder el amuleto de la suerte más poderoso del mundo. El crío se llamaba Raúl y ya conocía el poder del amuleto. Se le pasaron los días hasta Navidad.

Un día antes se fueron de excursión con el colegio a ver los Picos de Europa. De repente, en medio de la excursión le cayó, como por arte de magia, un pergamino en las manos en el que destacaba que el próximo día no le sonreiría la suerte del amuleto y también ponía que si quería salvar a su ciudad tendría que ganar uno de los cien concursos que había en la feria ese día y que sólo tendría una oportunidad. Volvieron al autocar y mientras la ventana estaba abierta un gran tornado sopló y se llevó su amuleto. Al parecer nunca más iba a tener su suerte. El tiempo pasó lentamente hasta que llegó el día de la Navidad.

Rápidamente, Raúl, fue a la feria donde estaban los cien concursos. Raúl vio a una mujer mayor con una herida grave en un brazo. La mujer le pidió que participase en el concurso número 83, porque si ganaba conseguía un botiquín y le curaría el brazo con él. Raúl pensó que era muy probable que ese no fuese el concurso acertado, pero, como de todas formas no iba a encontrar el acertado, pensó que era por una buena causa.

Iba a empezar el concurso, eran las diez, consistía en correr una maratón. Raúl se fijó que todo el mundo a su alrededor era muy musculoso, y al parecer grandes atletas. Empezó la maratón, iba el último, y los demás cada vez le sacaban más ventaja. Creyó que no conseguiría su objetivo pero no desesperó. Cuando quedaban doscientos metros y sólo veinte segundos para las doce, tropezó y cayó en un río de mantequilla que llegaba hasta la meta, de esta forma ganó. Pero ya eran las doce y un segundo. Era tarde. Cogió el botiquín y curó a la anciana, y le dijo que ella había escrito la carta. Y aunque no había elegido el concurso adecuado, le dio todo para curarla.


La anciana también le dijo que ella era la creadora del amuleto, y que ya no lo necesitaba, pues él era el dueño de su propia suerte, la suerte estaba dentro de él.

Había salvado la ciudad por el mero hecho de ser generoso. Ahora Raúl podría salvar a la ciudad de cualquier catástrofe.

David de Castro.

domingo, 21 de noviembre de 2010

UNA HISTORIA MÁS

Había una vez una niña llamada Ana. Ana tenía un hermano al que le encantaba jugar a las consolas, como a todos los hermanos mayores. Los dos eran muy buenos estudiantes, sus padres trabajaban la mayor parte del día. Sólo dormían y desayunaban en casa, por lo que Ana no pasaba mucho tiempo con ellos. En vacaciones solían viajar a París, al Caribe, a Tenerife, a Las Palmas etc. Pero este año los padres de Ana decidieron que Ana y Enrique, el hermano de Ana, pasaran el verano en un campamento. A Ana no le pareció mal, pero su hermano se negó a estar las 24 horas del día sin jugar a algo digital. Al final le convencieron, prepararon las mochilas con los sacos de dormir, la ropa, la linterna, el bañador, la cantimplora y todas esas cosas que hay que llevar a un campamento.
La mañana del día en el que iban al campamento, Enrique estaba refunfuñando y aprovechando todo el tiempo posible para jugar a las consolas. Por la tarde, cuando vino el autocar a buscarles, su madre les dio a cada uno un beso en la frente, cosa que a Ana no le gustaba ni un pelo. Se despidieron y la madre y el padre de Ana les dijeron lo típico.
-Échate bien la crema, por la cara, los brazos, y las piernas acuérdate de lavarte las manos antes de comer, etc.
-Si mamá- decían los dos cómo pensando: "ya lo sabemos".
En el campamento Ana y Enrique hicieron muchos amigos. Cosa que no era habitual ya que ellos se pasaban todo el verano con adultos.
Se lo pasaron genial, jugaron, nadaron, les dieron el correo a los amigos del campamento, etc. A la hora de regresar del campamento, más o menos después de 15 días, se pusieron tristes porque tenían que dejar a sus amigos. Sus padres les fueron a recoger, ellos no muy contentos fueron hacia sus padres cabizbajos.
-¡Hola chicos¡ ¿Os lo habéis pasado bien en el campamento?- preguntaron con poco interés.
-Si, muy bien- dijeron los dos un poco tristes.
-¿Por qué estáis tristes si os lo habéis pasado bien?- preguntó la madre de Ana pensativa.
-Nada, es que la comida nos ha sentado mal- contestó Ana.
Volvieron a casa. En el coche el padre de Ana y Enrique dijo, para sacar un poco algún tema del qué hablar, pues todos estaban en silencio absoluto.
-¿Os veo morenos habéis tomado el sol?
-Si - contestó Enrique con cara de no tener ganas de hablar.
Lo que no sabían es que en casa tenían una sorpresa. Cuando llegaron a casa todo estaba oscuro y había una trasportín de perros tapado con una tela azul marino.
-¿Qué hay ahí?- preguntó Ana acercándose al trasportín.
-¡¡TACHAN!!- contestaron los padres de Ana- ¡quitad la tela!
Era un cachorro de bóxer. Ana cogió al cachorro y lo puso encima del sofá.
-¡Es tan mono!- explicó Ana con una sonrisa de oreja a oreja.
El cachorro, mientras que le chupaba la mano, movía la colita. Enrique fue corriendo a ver al cachorro. Los padres de Ana se abrazaron por la espalda y sonrieron. Eso no era muy normal porque no solían pasar mucho tiempo juntos.
-Y eso no es todo- dijo el padre de Ana sonriente.
-¿No?- preguntó entusiasmada Ana.
-No, ahora vamos a trabajar media jornada, es decir, que vamos a poder estar mucho más tiempo con vosotros.
Ana y Enrique sonrieron. Y colorín colorado el perro de la historia “me ha chupado”.
LAURA ÁLVAREZ

miércoles, 23 de junio de 2010

ANDONI & COMPUTER I - EL VIAJE DE ANDONI

Érase una vez, en un país del más allá, un niño sin más que se llamaba Andoni. Tenía ocho hermanos y era el menor y al que menos caso hacían. Sus padres se acordaban de él para reñirle. Un día no pudo más y les dijo:
-Me voy de casa, pero volveré cuando sea rico.
Todos se rieron y gritaron al unísono.
-¡Ja, ja! ¡Tú, ¿rico?!
Entonces, se fue a su alcoba; cogió sus ropas, algo de comida y su parte de la herencia. Y se fue.
Estuvo caminando tres días y tres noches y al final llegó a su destino: Vahara.
La ciudad tenía unas torres altas, con cúpulas redondas. Las calles tenían baldosas multicolores. Los edificios, todos a la misma altura, tenían un color rojizo. Había muchos mercados de fruta, verduras, carne. La gente llevaba ocluís en la cabeza. Si no sabéis lo que son los ocluís, os lo digo: es un gorro con dos cuernos hacia abajo que se lleva en la cabeza. Para ellos esa era su ropa habitual, desde verano hasta invierno. Andoni se fue a la tienda de información y dijo:
-Busco un mapa del país.
El dependiente le dió un mapa y Andoni se fue. Él quería ir a Váhala, la ciudad de los sueños. Fue a la estación, y pidió un sitio para la próxima caravana a Váhala. La caravana salía a las 12:00 del día 20. Todavía le quedaban dos días para partir y podía hacer algo mientras. Entonces decidió ir a visitar a su tía Tonga, que vivía en un pueblo cercano llamado Acony a dos horas de Vahara. Se puso en camino al instante; no obstante, se pasó antes por el mercado para comprar algo de comida y bebida para el viaje.
Y entonces partió a Acony. A él no le habían dicho que ese camino estaba plagado de Chonis, unos monstruos que robaban a los que pasaban, por eso, no tenía ningún arma para defenderse. Pero él siguió el camino tranquilamente, sin preocuparse por nada. Solo pensando en cuándo se encontraría con su tía. Avanzó las dos horas sin pararse, no estaba cansado por la emoción de ir a visitar a su tía. Hacía diez años que no la veía porque sus padres le dejaban en casa cuando iban a verla. Cuando estaba a punto de llegar se encontró con unos quince monstruos en medio del camino:
-Hola, ¿puedo hacer algo por vosotros?-Preguntó Andoni.
-Sí-contestó el Choni- Dame toda tu fortuna o morirás.
Andoni estaba muy asustado, no sabía qué hacer, ese era el único dinero que tenía. Se negó y entonces los Choni fueron a por él. Cogieron unos palos y se le acercaron. Cuando Andoni creyó que iba a morir, lo veía todo sombrío, pero de repente vio una luz y se desmayó.
Cuando abrió los ojos vio a un individuo que no le sonaba de nada. Él era…
(Continuará…)
Nos os perdáis la próxima aventura:
ANDONI & COMPUTER II
EL VIAJE A LA CIUDAD DE LOS SUEÑOS

lunes, 21 de junio de 2010

CIGÜEÑA ROMPE PARACAÍDAS

Pedro iba volando en su nuevo paracaídas, cuando una cigüeña se enredo con él y cayeron en picado a su nido.
Ayer a las seis , Pedro estaba volando en su nuevo paracaídas. Pero de pronto una cigüeña apareció entre las nubes y se enrredo en el paracaídas; con tantos picotazos el paracaídas se rompió y Pedro y la cigüeña cayeron en picado a su nido.
Los veterinarios han examinado a la cigüeña y dicen que es miope y que confundió a Pedro con una de sus crías.
Esto ocurrió en la iglesia de Villamuriel de Cerrato.

LARA AZPELETA

UN PILOTO ATERRIZA EN EL CAMPANARIO DE VILLAMANDOS


El pasado lunes 21 de junio un piloto aterrizó accidentalmente en el campanario de Villamandos de la Vega, un pueblo de León con pocos habitantes

El lunes pasado, a las 12:30 horas de la mañana, los vecinos del pueblo de Villamandos (León) oyeron un ruido atronador y salieron corriendo de sus casas para ver qué pasaba.
Un joven piloto de 25 años había aterrizado por accidente en el campanario de la iglesia. Al parecer había un fallo en el motor y el avión empezó a descender.
Por suerte no ha habido ningún herido. El avión no ha causado destrozos ya que se estrelló en un bosque cercano. El piloto sigue en el campanario con las cigüeñas porque se ha quedado enganchado y no le han podido bajar.
Alba González

Adios, colegio. Hola, verano

Querido diario:

Hoy he estado jugando con mis amigos en el parque y todos están deseando que se acabe el colegio. Yo no tanto porque no podré verlos por lo menos a algunos.
¡No me puedo imaginar el verano sin mis amigos! Lo bueno es que veré a algunos de ellos en el campamento del colegio. Pero las vacaciones no serán lo mismo sin el silbato que nos avisa de que el recreo se ha acabado, por mucho que nos guste el recreo, Y sin esa pizarra en la que hay escritas tantas explicaciones.
Bueno… ¡por lo menos no tendré que estudiar, y podré ir a la piscina! Pero supongo que tendré que repasar un poco para poder pasar al siguiente curso sin que se me olviden las multiplicaciones y sabiendo qué son el sujeto y el predicado.
Hasta otra.

Laura Álvarez Villegas.

EL SARGENTO MERMELADA

En un bonito país llamado el país del Buen Sabor, todos vivían felices, excepto en la ciudad Fosquito. Se cuenta que en la ciudad Fosquito toda la gente era malvada y también se dice que querían destruir el resto del país. En realidad era solo una leyenda, los mejores guerreros del mundo iban allí pero ninguno volvía.

Lo que el resto de habitantes del país del Buen Sabor no sabían era que la leyenda era cierta, y además también estaban consiguiendo miles de tropas junto a un arma secreta, un Fosquito gigante, con multitudes de armas muy peligrosas.

Mientras, en la ciudad Desayuno, un chico llamado Sargento Mermelada tenía una visión en la que había una gran luz diciéndole: “Avisa al país, la leyenda es cierta”.

El Sargento Mermelada hizo lo que la luz le dijo. Esa misma noche tuvo otra visión que le decía:
-Tenéis tres meses para prepararos, formar defensas conseguir tropas y recuerda estas palabras “si avaricia tienes tu país estará perdido”.

Al día siguiente, todo el país hizo lo que la luz le dijo al Sargento Mermelada.

Pasó el tiempo y sólo quedaba un día para la gran batalla, en ese momento llegó el arma secreta, un osito Aribo gigante. Entonces, el Sargento Mermelada tuvo otra visión. Esta vez la luz decía: “Debes infiltrarte en el Fosquito gigante y hallar su corazón, y después destruirlo”.

Llegó la hora de la gran batalla sabían que el osito Aribo no vencería al Fosquito pero esperaban que le mantuviese ocupado el tiempo suficiente para que el Sargento Mermelada destruyese su corazón.

El plan había empezado pero lo que el Sargento Mermelada no sabía era que un dragón dentro del Fosquito gigante no le dejaba entrar. Pero el Sargento Mermelada no se dio por vencido. El dragón le tiró una vez y otra vez al suelo, pero cuando el Fosquito gigante se movió, resbaló con la mermelada que había en el suelo. El Sargento Mermelada siguió y encontró el corazón del Fosquito gigante, pero en ese mismo momento el osito Aribo caía y el Sargento Mermelada tenía poco tiempo. Al lado del corazón vio unos 100.000 millones de euros. Él no era avaricioso, pero pensó en lo que ayudaría a los pobres con ese dinero. Se acordó de una cosa “si avaricia tienes tu país estará perdido”.

Entonces, simplemente golpeó el corazón y se destruyó. En ese momento la luz se hizo real y teletransportó al Sargento Mermelada donde estuviese a salvo. Entoces la luz le dijo:
-Has hecho bien, en agradecimiento te puedes quedar con todo el dinero.

El Sargento Mermelada se despidió de la luz y empleó el dinero para ayudar a los pobres.
Y así al mismo tiempo que salvó el país del Buen Sabor ayudó a los pobres.
Esta historia se sigue contando y se dice que los malvados algún día volverán.
David de Castro

viernes, 11 de junio de 2010

La historia de Gabriel

Un día estaba Gabriel caminando con sus padres por delante del parque. Iba hablando con sus padres cuando se oyó una explosión y todo se volvió gris. Cuando Gabriel abrió los ojos todo estaba en llamas, destruido, roto.
En cuanto se puso de pie, miró a los lados buscando a sus padres y no les vio. Entonces preguntó:
-¡¡Papá, mamá!! ¿dónde estáis?.
Vio a su padre a lo lejos, tumbado en el suelo, fue corriendo a socorrerle. Cuando estuvo lo bastante cerca, su padre se levantó dando tumbos y preguntó a Gabriel:
-¿Mamá dónde está?
-No lo sé. Dijo su padre todavía aturdido por lo que había pasado.
Entonces aparecieron ambulancias, bomberos y policías. A su padre se le llevaron a una ambulancia y a Gabriel a un coche de policía.
Gabriel se despertó al lado de su padre que también se despertó. Su padre le dijo ya aliviado:
-Tu madre está bien. La han llevado a la habitación de al lado, puedes verla.
Cuando entró en la habitación, abrazó bien fuerte a su madre. Se dio cuenta que le faltaba una mano. Pero a Gabriel le daba igual. Después de hablar un buen rato con su madre, salió de la habitación se sentó en un banco y se dijo a si mismo:
-Seguramente el señor que hizo esto se sentirá peor que yo por que yo sé que a nadie le gustan los malos.
Rafa Pepe

miércoles, 26 de mayo de 2010

EL LIBRO MÁGICO

¡Hola! Me llamo Marta, tengo 8 años y vivo en Argentina. Tengo muchos amigos y con ellos, cada día, hago muchas aventuras. Una de ellas, ésta la hice yo sola, os la voy a contar.
Una vez, estaba en mi casa leyendo un libro de fantasía. Iba sobre una esfinge que destrozaba la casa de Titu, el gigantesco alienígena. De repente...¡¡¡el alienígena saltó del libro!!!

-¡Hola, me llamo Titu! ¿Y tú?-dijo el alienígena.

-Yo...me llamo Marta, pero, ¿tú qué haces aquí?-respondió Marta asombrada.

-Estoy aquí, porque estaba en casa de mi amigo Toti, y él se fue al baño, y como soy muy curioso descubrí una puerta secreta y...¡Por eso estoy aquí!- le dijo el alienígena.

-Aaahhh-Dijo la niña otra vez asombrada.

-¿Quieres venir conmigo al País de los Juguetes, que es dónde vivo?- dijo el alienígena.

-¡¡¡Vale!!!-Afirmó Marta.

A continuación, nos sumergimos en el País de los Juguetes.

-¿Es así tu país?-dijo la niña asombrada

-Sí- respondió

Se hicieron muy buenos amigos. Esto es el país secreto de Marta...no se lo digáis a nadie, ¿vale? Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Marina Gutiérrez

EL CONCURSO

Un día Raquel y Sonia estaban en clase de plástica. Hoy les tocaba dibujo libre y podían dibujar lo que les apetecía.

-¿Tú qué vas a hacer?-dijo Raquel aburrida.

-No sé, puede que haga un paisaje de invierno, con el portal de Belén -contestó Sonia.

-¿Y tú?-preguntó Sonia a Raquel.

-Yo voy a hacer a mi familia en la playa-replicó Sonia.

Cuando terminaron, todos los dibujos los colgaron en el corcho de su colegio, para hacer un concurso de dibujos.

-Nosotras hemos hecho los mejores dibujos-dijeron las dos juntas.

-Y los ganadores o ganadoras de este concurso son...-dijo el director del colegio.

-¡¡¡¡¡Sonia y Raquel!!!!!- exclamó el director.

Sonia y Raquel vivieron contentas por ese trofeo que les dieron.Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Marina Gutiérrez

Un viaje en tren

Esta mañana me ha costado levantarme. Mi madre ha entrado en mi habitación y me ha dicho en voz baja:

-Levántate, perezoso, que nos vamos de viaje. Pensé que estaba soñando. No recordaba que la noche anterior habíamos planeado un viaje en tren.

Entre las prisas y los nervios, desayuné y me vestí para la ocasión. Mientras mis padres se preparaban, recordé que iba a llevar mi mochila y fui a por ella, metí mi consola con todos los juegos y varios libros. Mis padres me llamaban: nos íbamos.

En el trayecto de mi casa a la estación fuimos en autobús. Al llegar a la estación nos dirigimos a la taquilla a comprar los billetes. La espera fue corta, por megafonía anunciaron nuestro tren. Estaba emocionado porque nunca había montado.

Me puse a ver a las personas que pasaban con maletas, bolsos y corrían de unos andenes a otros.

Esperamos cerca de la vía y cuando llegó, subimos. Una vez en mi asiento me puse a mirar por la ventana. ¡Qué bonito y diferente se veía todo! El campo estaba tan cerca de nosotros que casi tocaba las flores.

El viaje fue corto, pero vi muchas cosas que en la calle donde yo vivo no las veo y me las imagino.

Quizá otro día volveré a montar en tren.

Jesús del Castillo.

jueves, 22 de abril de 2010

Carta a PASTELITO

Estimado Pastelito:

Que sepas que tienes tienes que estar ríquisimo pero la pastelera no me deja comerte. Pero bueno ya le diré a Juan, ese bombón tan rico, que no pare de fastidiarle esa tarta que está haciendo. Bueno ¿estarás bien? No dejes que nadie te coma.

Mucha nata:

Fernando García Alonso

miércoles, 21 de abril de 2010

UNA CARTA PARA LAURA

Campamento Cristo Rey (Jesuitas)
Querida Laura:
Ayer hicimos una gincana en el bosque. Los monitores se disfrazaron. Los míos se disfrazaron de oso pardo, y mi grupo se asustó y salió corriendo sin que me diera cuenta. Cuando me di la vuelta ya no estaban y mis monitores venían hacia mí.
-¡SOCORRO!- grité corriendo. Mientras corría, me metí en una cueva, saqué mi casco con linterna y mi linterna normal, vi un ciervo pintado en la pared: ¡era como un dibujo de la prehistoria! Seguí caminando y vi muchos fósiles. Los cogí y se los llevé a los monitores que no estaban disfrazados y me dijeron que en la cueva en la que había entrado habían vivido los prehistóricos. ¡El año que viene tienes que venir para ver la cueva!
Un abrazo:
Lara Azpeleta

CUMPLEAÑOS ESPACIAL

Querido diario:
Nunca me imaginaría que mi octavo cumpleaños sería en el espacio. La verdad es que echo de menos a mis padres. Lo que más me ha gustado es que toda la central espacial me ha cantado el cumpleaños feliz. Me sorprendió mucho la tarta de corcho con velas que en realidad eran diodos a modo de velas, ya que en el espacio no se puede encender fuego porque la nave explotaría.
Láura

martes, 20 de abril de 2010

EL BOSTEZO DE LA NUTRIA

Érase una vez una nutria que vivía en los lagos de Juty, un país muy lejano de Australia Central.
Pero esos lagos estaban rodeados por bosques. En el bosque Sarikí(quizás el más conocido) vivía una bruja muy mala que tenía envidia de la nutria. Decidió darle el brebaje del sueño total .
Al día siguiente, la madre nutria se llevó una gran sorpresa al ver que su bebé nutria no se despertaba. Entonces le fue a preguntar a la ninfa del bosque qué le pasaba.
Le dijo que era un brebaje mágico que sólo se podía curar con la perla de la vida eterna, que se encontraba en lo más profundo del lago, donde habitaba una criatura horrible. Al día siguiente, la madre cargó sus cosas y se fue a buscar la perla.
Cuando llegó al lago, vio a una tortuga que le preguntó a la madre:
-¿Qué buscas?
-Busco la perla de la vida eterna.
La tortuga le contestó:
-Si conseguir la perla quieres, tres criaturas tendrás que vencer.
Entonces la tortuga le dio un cetro de oro y le dijo:
-Esto te servirá para superar la primera prueba.

Continuará...
Víctor MERAYO

domingo, 28 de febrero de 2010

La máquina de hacer deberes

La máquina de hacer los deberes tiene forma de libro. Abajo tiene un cajón para depositar los cuadernos y lo libros. Arriba del todo hay una pantalla táctil para que pongas tu letra y la maquina haga los deberes con tu letra para que nadie se de cuenta. Y al cabo de tres minutos tienes los deberes hechos y terminados. Así tu profesor te pone buena nota y tú no has tenido que mover ni un dedo.
Alba González

viernes, 26 de febrero de 2010

Cómo hacer un muñeco de nieve

El sábado pasado, mis primos y yo estábamos en el pueblo juntos. Nos aburríamos mucho, y mirando por la ventana,
nos dimos cuenta de qué estaba empezando a nevar en el jardín de la abuela. Subimos donde estaban nuestros padres
para decirles que si podíamos vestirnos con ropa de nieve para salir a jugar. Nos vestimos, y cuando salimos, a mi primo se le ocurre que podemos hacer un muñeco de nieve.
Primero, juntamos la nieve.
Segundo, hicimos dos bolas.
A continuación, las juntamos.
Por último, fuimos a casa a coger una escoba, un sombrero y una zanahoria para ponérselos. Me lo pasé genial.

MARINA GUTIÉRREZ 5ºA

UNA GRAN AVENTURA

Una tarde de verano del mes de agosto, cuatro amigos: Luis, Héctor, María e Irene decidieron ir de paseo hasta la playa.
Héctor e Irene corrieron hacia el mar para darse un baño ya que el agua estaba caliente. De pronto, Irene se detuvo y exclamó:
- ¡Ay! ¡Me he hecho daño en el pie derecho con algo!
Héctor la preguntó:
- ¿Estás bien?, ¿puedes nadar?
Salieron del agua y se sentaron en la arena. Vio que se había pinchado con una caracola puntiaguda, pero la mayor sorpresa fue cuando descubrió que la caracola tenía dentro una carta.
María cogió la carta y la leyó en voz alta:

“Carta para el capitán Snaicer”
He encontrado un pasadizo en la playa de la isla Pico Olas. No tengo medios para entrar a explorarlo. Estoy solo en esta isla. Espero que si recibes esta carta, vengas a rescatarme. Hago un dibujo de la isla y del lugar donde estoy.

Firmado: Joan Gresic.

- ¿Qué os parece si vamos a esa isla?- intervino Luis.
Irene comentó:
-El escrito no tiene fecha, no sabemos cuantos años han transcurrido.
Luis habló:
-No importa, la isla sigue existiendo.
Prepararemos todo lo necesario (cuerdas, linternas, comida, etc…) y por supuesto necesitamos alquilar una barca.
A la mañana siguiente, los cuatro amigos partieron rumbo a la isla Pico Olas. Tal y como decía la carta, allí estaba el pasadizo, y sobre una gran roca, ¡un baúl lleno de monedas, joyas y piedras preciosas!
- ¡Esto parece una aventura de piratas!, exclamó Héctor.- Cuando se lo contemos a los compañeros de clase no se lo van a creer.

ALBA GONZÁLEZ

EL BURRO RAPERO

En un precioso día de verano, sofocante y aburrido, de 1983, en la ciudad de los animales, no había nada que hacer. La tele, la mayoría de las veces era aburrida, debido al año en el que se cuenta esta historia. No se podía salir a la calle ni un minuto ya que nadie sobreviviría y, por si fuera poco, los habitantes de aquella ciudad estaban gordísimos, todos, excepto un animal, el “burro limpio”. En esa ciudad era normal el estar gordo y sucio, para todos, para todos excepto para él. Esta es la historia.
El burro tenía dos grandes sueños; que la gente de esa ciudad se cuidase, aunque solo fuese un poco, e inventar una nueva música y ser el más grande de todos con la música que inventase. Pero también sabía que si no mentía, haciéndose pasar por sucio, o conseguía que la gente se hiciese limpia, jamás publicarían su nueva música, por el mero hecho de que él era limpio y el resto no.
El burro se pasaba todo el día pensando en esa nueva música, y por casualidad, cuando tuvo que hablar con su vecino don Cocodrilo le salió este nuevo ritmo hablándole de esta manera:
-Miiira, chaval, te lo voy a contar,
el ser limpio no es maaalo
es que tú eres un pesado,
tú me puedes insultar
pero a eeeso los dos sabemos jugar.

El burro se dio cuenta de que ese podía ser el nuevo ritmo que andaba buscando. Ahora sólo faltaba que se ensuciase lo máximo posible para dar una nueva imagen. Pero era incapaz de hacerlo ya que se había estado cuidando toda su vida. Leyó el periódico donde vio que una nueva tienda de bromas y camuflaje había llegado a la ciudad. Fue a la tienda con un manto sucio y unos viejos zapatos que olían fatal. Eso era normal allí, así que pasó desapercibido. Pidió una dentadura en mal estado y ropa de chulo hecha jirones, anillos de oro, etc. Con esta nueva imagen fue a la cadena musical, les contó que había descubierto una nueva música.
El productor dijo:
-¿Cómo has llamado a esa nueva música?
El burro contestó después de pensar un rato:
-Mmmmm, ¡raaap!
En ese momento, prepararon todo para entrar en cadena. Cuando estaban emitiendo como al burro no se le ocurría otra canción, cantó la que le dijo a su vecino:
-Miiira, chaval, te lo voy a contar,
el ser limpio no es maaalo
es que tú eres un pesado,
tú me puedes insultar
pero a eeeso los dos sabemos jugar.

Cuando en todo el mundo se escuchó esta música, dejaron de ser unos gandules y unos desaseados. Entonces el burro hizo este comentario:
-Tengo que hacer una confesión, aunque me dejéis de querer por esto, yo soy limpio, y, ya que mi primer sueño se ha cumplido, me gustaría que el otro también. Por favor, sed todos limpios, qué podemos perder, además viviremos más tiempo. La gente del mundo empezó a hacerle caso, y gracias a él se abrió una nueva etapa en la historia a la que llamaron “La edad del rap” y otros “La edad del burro”, y algunos “La edad limpia”.
David de Castro
Querido Andrés:
¿Qué tal estás en tu nueva casa? Espero que bien .Yo este fin de semana he ido con mis padres a la cueva de Atapuerta. Allí nos han enseñado el arte rupestre. También nos han enseñado las diferentes etapas de la prehistoria son: el paleolítico, el neolítico y la edad de los metales. Mi hermano pequeño, Xavi, se asustó al ver un bisonte que estaba pintado en la pared de la cueva. Hemos visto estalagmitas y estalactitas, la diferencia es que unas están el el techo de las cuevas y otras están en el suelo de las cuevas. ¡He sido espeleólogo por un día!
¡Espero que nos veamos pronto!
Alejandro.

Escrita por Laura Álvarez

LA MÁQUINA DE DINERO

La máquina de dinero es una hucha gigante y abajo del todo tiene un tubo que cuando te metes te absorbe y te lleva al interior. En el interior hay cajas y cuando dices:-¡Sal dinero!, sale. Luego para salir tienes que meterte en otro tubo y te saca.

EL CUMPLEAÑOS DE VÍCTOR

Víctor va a celebrar su cumpleaños en el cine y ha invitado a su amiga Marta, a Ramón, a Sonia, a Alejandro, a Diego, y a Iván. Cuando llegan al cine falta Diego, y Víctor le pregunta a Iván:
- ¿Va a venir Diego?
- No, me parece que Diego no va a venir- contesta Iván.
Justo cuando van a entrar a ver la película llega Diego; y dice muy contento Víctor:
-¡Qué bien, has llegado!
Y responde Diego:
-Sí, no me perdería un cumple de mi mejor amigo.
En la película a Marta y a Ramón les da mucho miedo.
-¡Qué miedo tenemos!- dicen Ramón y Marta.
Alejandro dice riéndose:
-No tengáis miedo, que tampoco es para tanto.
Después de la peli meriendan en la pizzería y ponen dos pizzas diferentes, de cuatro quesos y de barbacoa. A Sonia le gusta mucho la de cuatro quesos y le dice a Víctor relamiéndose:
-¡Esta pizza estaba buenísima!
También a Elena le gusta la otra y casi se la come entera.
-¡Qué empacho! Estaba tan rica que casi se la como entera.
A la hora de los regalos, a Víctor le encanta el de Alejandro, y le felicita.
-Este regalo me ha encantado, tú si que sabes lo que a mi me gusta.
Clara Díez.

La obra de teatro


Anita, su hermano Juan y su abuelo, se han quedado en casa y deciden ponerse a jugar juntos.
-Vamos a hacer una obra de teatro- dijo el abuelo.
-¡Qué divertido!- contestó Anita.
-¿Qué necesitamos?- preguntó Juan.
El abuelo empezó a pedirles objetos como un gorro, un guante, un paraguas, etc. Y Anita dijo:
-Creo que tenemos todo, ¿verdad Juan? Y este respondió:
-No tenemos paraguas, mamá se lo ha llevado porque llueve.
El abuelo dijo:
-No importa, nos vale con la imaginación y ganas de divertirnos.
Así pasaron la tarde riéndose mucho.
Miguel de la Cruz

DESCRIPCIÓN DE UNA FOTO

El primer niño de la izquierda, lleva una camisa verde, pantalones marrones, zapatos azules y unos libros en la mano derecha.
El segundo de los chicos tiene una pelota en la mano, viste una camiseta azul y pantalones vaqueros. Utiliza gafas.
El tercer niño no tiene libros ni pelota, sólo lleva una camisa y unos pantalones.
La cuarta niña, a la izquierda, está sentada de rodillas y viste: con manga corta y pantalones azules.
La última niña con gafas, va vestida de manga larga y está sentada con las piernas cruzadas.
ADRIÁN CABALLERO ROMÁN

viernes, 22 de enero de 2010

SANDRA Y EL FÚTBOL

Había una vez una niña llamada Sandra a la que su madre la obligaba a ir a clases de ballet.
-¡Sandra! ¡Irás a clases de ballet y serás una gran bailarina como yo!-dijo la madre de Sandra.
Sin embargo a Sandra no le gustaba el ballet porque para ella era un poco cursi. Lo que en realidad le gustaba era jugar al fútbol.
-¡Pero mamá! ¡Yo no quiero ir a clases de ballet! ¡Quiero jugar al fútbol!- contestó Sandra.
La madre de Sandra dijo enfadada:
-¿Cómo? ¡Estás castigada e irás a clases de ballet!
Pero, en cambio, el padre de Sandra la apuntó a jugar al fútbol. Y un día que Sandra tenía un partido de fútbol, el padre le dijo a la madre que le acompañara al partido y que Sandra se quedara con su abuela. Efectivamente el partido lo iba a jugar Sandra. Cuando su madre la vio en el campo jugando dijo muy enfadada:
-¡Pero que hace mi niña aquí! La prohibí jugar al fútbol.
-¡Espera , mira como juega!- dijo el padre de Sandra con una sonrisa de oreja a oreja.
Cuando el partido de fútbol acabó la madre de Sandra se disculpó:
-¡Perdón, no sabía que jugaras tan bien al fútbol!
-¿Pero me dejarás jugar al fútbol?- preguntó Sandra.
-Claro que sí.
Y así es como Sandra se hizo futbolista.
Laura Álvarez Villegas. 5ºA

martes, 19 de enero de 2010

TERREMOTO EN PUERTO PRÍNCIPE



Esta historia que nos presenta Julio, aunque es inventada, podría fácilmente ser verdad. Me gusta porque está muy bien escrita y porque quiere reflejar lo que, creo, Julio siente: solidaridad ante tanta desgracia. Pero queda incompleta y exige un final. Espero que en los comentarios me deis la respuesta. Leed con atención y comentad. Después comentamos en clase.
Hola, me llamo Kalogi y vivo en Haití, un país en mitad del Caribe, al lado de Cuba y República Dominicana. Mi padre se llama Kamogi; mi madre Maloga. Tengo tres hermanos: Belogi, tiene 8 años; Camogi, tiene 5 años; Femada, tiene 3 años. Yo tengo 12 años, soy el mayor de todos.
Nosotros vivimos en una chabola en el centro de la ciudad. Yo tengo que ayudar a mi padre en los trabajos. Mi padre tiene una tienda ambulante de frutas. Tenemos que ir por toda la ciudad gritando ¡fruta! y atendiendo a los clientes. A veces nos vamos toda la familia por toda la Republica Dominicana con el carro de la fruta. Los dos únicos medios de transporte son una bicicleta y el carro.
Antes vivíamos en Les Cayes, pero como casi no venía gente nos fuimos a Puerto Príncipe. Aquí vienen muchos clientes a comprarnos fruta. Como la mayoría de la gente de aquí son pobres a veces, nos roban. Muchas veces hay temporales y a veces hasta huracanes.
Pero lo que pasó el otro día fue brutal. Hubo tal terremoto que se derrumbaron muchísimas casas y más de 100.000 muertos. La mayoría de la gente de otros países lo llamó, la catástrofe de Haití. Los estadounidenses y otros países mandaron muchas personas y médicos que salvaron muchas vidas y curaron a muchas personas,… pero no consiguieron lo que la mayoría de la gente quería…. resucitar muertos. El terremoto se llevó a Belogi y Femada, mis hermanos, y a mi madre. Yo tengo que cuidar de mi otro hermano, mientras a mi padre le están amputando la pierna.

Julio Díez Tomillo 6ºA

domingo, 17 de enero de 2010

EL SUPERBARBERO DE SEVILLA


Queridos amigos y amigas:
El otro día me dieron una carta en el colegio, preguntando que si quería ir a la ópera. Mis padres contestaron que sí.
Bueno el escenario era una casa con dos sillas, la cabeza de un toro, una puerta, una ventana grande, y un cuadro. La opera trataba sobre una señora llamada Rosina que era guapa, noble, educada y huérfana, era rica, con la cuál, Bartolo, el señor más gruñón, avaricioso y médico, quería casarse con Rosina, ya que él era el encargado de cuidarla.
Rosina tenía un profesor de música, llamado Basilio, que también era sacerdote y antipático. Basilio quiere fastidiar al conde para que Bartolo le diera dinero. El barbero Fígaro, un señor gracioso, popular, traidor y un genio en los romances, hace todo lo que puede para que el conde se case con Rosina. Bartolo también hace todo lo posible para que Rosina se case con él. Pero a medida que va cantando para animar a Rosina para que se case con él, ésta se va burlando de Bartolo. Mientras Rosina recibe clases de canto con el conde de Almedina disfrazado de Basilio, Bartolo se duerme y dice que lo que Rosina canta no es de su tiempo. Mientras Bartolo enseña a Rosina bailando con ella, Fígaro quita de que Bartolo baile y se pone en su lugar. Rosina y el Conde se abrazan y para que Bartolo no les vea Fígaro le tapa con una sabana pequeña.
Al final Rosina y el Conde se casan.

Me pareció graciosa y divertida. Pero al principio pensé que iba a ser aburrida y me di cuenta que esa voz no la tiene cualquiera y los músicos, a parte de que tocaban, también participaban ¡FUE GENIAL! Y además los asientos eran cómodos en el teatro Calderón.
Lara Azpeleta 5ºA

Papá Noel

Papá Noel tiene una barba blanca, más o menos que le llega a la altura del pecho, está gordo y le gusta vestir ropa roja y blanca. Tiene un gorro rojo con un pompón al final, y una chaqueta roja que en la punta de las mangas lleva como algodón blanco. Se abrocha la chaqueta con una cremallera color blanco. Como es normal también lleva pantalones rojos y en la punta algodón blanco. Normalmente calza zapatos marrones a juego con el saco de regalos que lleva siempre con él. Papá Noel es generoso, amable y trabajador, es un tipo con clase y le encanta la Navidad.

Lara Azpeleta

sábado, 16 de enero de 2010

LA CLASE DE 5ºA

El primer día que vine a 5º A la clase me pareció grande, bonita, cómoda y agradable. Desde las perchas que están atrás se ve toda la clase. Una pizarra blanca justo en frente, a la derecha hay un corcho con un póster de María y unos cuantos papeles más, una estantería llena de libros y encima de ella un sacapuntas y unos papeles grandes y enrollados. En la parte derecha hay un ordenador, dos radiadores y dos ventanas, unos papeles de colores grandes y encima unos pósters. Hay otra estantería con más libros y dos copas y encima dos cajas. En la parte de atrás, otra estantería con figuritas encima. También hay otra ventana con otro radiador debajo. En la parte izquierda, un mapa en relieve y dos corchos con pósters. En total hay tres corchos y tres estanterías. El suelo está hecho de losas y la pared es blanca con losas. También hay mesas y sillas ¡La clase es preciosa cuando está decorada!
Lara Azpeleta

viernes, 15 de enero de 2010

EL PRINCIPE AMABLE

Érase una vez un príncipe llamado Flipy que era amable con todo el mundo. Cada día, daba dinero a los pobres para que no se murieran. Flipy tenía los ojos azules, toda la gente le decía que los tenía muy bonitos. Tenía una boca pequeña y fina, los dientes eran normales aunque alguno le tenía de oro. Sus orejas eran pequeñas y puntiagudas, ¡parecía un elfo! Llevaba el flequillo muy largo y por supuesto el pelo lo tenía largo. Siempre iba vestido de gala. Le gustaban las peleas con espada y escudo. Vivía en un castillo muy grande. Los torreones eran tan grandes como rascacielos. En el patio crecía un gran alcornoque rodeado de césped y por dentro tenía lo que todos los castillos. Flipy vivía muy bien como príncipe.
COLORIN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO.
Juan Carlos Crespo

domingo, 10 de enero de 2010

EL BURRITO NITO


El burrito Nito es diferente a los demás porque tiene manchas rojas y una cola muy corta. También se diferencia en que siempre tiene miedo. Pero es muy cariñoso. Le gusta jugar en los charcos ya que en su ciudad llueve mucho. Su ciudad se llama Belén y tiene una plaza con una fuente azul. Las casas no son muy grandes pero lo suficientes para Nito ya que es un burrito. En Navidad decoran la ciudad con bolitas y guirnaldas de colores. ¡Queda muy bonito!

Laura Álvarez