¡Queridos vecinos y vecinas! Me siento muy orgulloso de que me hayáis
elegido pregonero de nuestras fiestas, en ese fabuloso año. ¡Me siento
muy agradecido!
Vivimos en un lugar precioso, rodeado de campos, calles bonitas y sobre todo una hermosa iglesia.
Me
acuerdo de los partidos de fútbol entre solteros y casados, padres e
hijos que se disputan en la cancha. Los balones siempre se nos encajaban
en el patio de Don Jesús y nunca nos lo devolvía y decía: "¡Mira qué
bien, otro balón para mi nieto!". Bueno, lo importante es que estamos y
estaremos siempre contentos.
¡Viva La Overuela! ¡Viva La Virgen de La Asunción!
Marcos Poladura 4º A
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