viernes, 13 de noviembre de 2009

DIABLO

Hace mucho tiempo un valiente guerrero llamado Leandro…
Leandro no tenía miedo a nada. Un día vio en la plaza de su pueblo, llamado Los Santos, un anciano que parecía poseído por un alma diabólica. El anciano tenía una piedra en el cuello que brillaba mucho, Leandro se acercó y el anciano le miró y le dio la piedra muy deprisa. Leandro vio que de la boca le salía humo. Luego más y más, hasta que vio que le salía fuego, mucho fuego por la boca hasta que solo le quedaron los huesos. Y, misteriosamente, sus huesos se convirtieron en arena y el viento se los llevó. Pocos días después, oía unas voces que no hablaban su idioma. Miró la piedra y había caras de almas y al final un ser oscuro con cuernos que le decía:
-El fin del mundo llegará pronto y tú no podrás hacer nada, ¡huajajajajaja¡.
Leandro cogió la piedra y la metió en un cofre cerrada con llave. Pero Leandro seguía oyendo su voz malvada y oscura repitiendo siempre lo mismo.Al día siguiente unos seres monstruosos aparecieron en su casa rompiéndolo todo. Leandro cogió su hacha y a hachazos terminó con ellos. Pero en vez de sangre les salía una sustancia verde viscosa. Leandro salió de su casa y de repente un agujero negro se lo traga. Así cayendo en un lugar que perecía: era el infierno.
Leandro tenía todo su equipo dispuesto a luchar. Allí hacía mucho calor. Alrededor suyo había fuego y lava abrasadora. A lo lejos ve una cosa que esta borrosa por el calor que hacía. A su derecha había seres abrasándose en la lava, gritando mientras morían. Leandro se dirigió hacia esa mancha borrosa. Y resulta que eran unos dragones llamados sangrícolas. Se llamaban así porque si se hieren se chupan la sangre unos a otros. Leandro sabía mucho de esto porque había estudiado los seres fantásticos y mitológicos del infierno. Leandro sacó su escudo y su espada gigante y se dispuso a atacar. Cuando terminó con ellos salieron otros seres llamados estranguladores. Ellos eran fantasmas que de sus manos salían rallos que si te tocan ya te despides de tu alma y vida. Leandro acabó con todos y siguió el camino. No paraban de salir las mismas especies hasta que llegó al final del camino. Allí estaba todo oscuro y de repente una luz ilumina toda la sala; en el suelo se abre una grieta como si fuera un volcán; un ser salía de esa grieta. Ese ser era … DIABLO el jefe del infierno.
Leandro corrió hacia él con la espada dispuesta a atacar Diablo le lanzaba bolas de fuego abrasadoras Leandro las iba esquivando hasta que llegó hacia Diablo un tiempo después Diablo acaba vencido abrasado por la lava porque ya estaba vencido. Leandro acabó con el brazo quemado pero las quemaduras eran leves. Leandro salvó al mundo del Apocalipsis.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿De quién es este cuento?
No pone el nombre

Laura Álvarez dijo...

Eso, ¿de quién es este cuento?