miércoles, 25 de noviembre de 2009

EL DRAGÓN Y LA PISCINA

Había una vez un dragón que vivía en un castillo que, además de ser enorme, tenía una piscina. Aunque parezca mentira, el dragón se pasaba el día en la piscina.Cuando venían sus familiares a verle, no se lo podían creer ya que en su familia todos odiaban el agua y era tradición no asearse.
Un día, cuando su familia fue a visitarle, le llevaron al médico, porque no era normal que le gustara tanto el agua. El dragón se negó a ir al médico. Aunque al final fue, claro que metido en una pecera enorme. El médico le hizo un análisis de sangre dentro de la pecera.Y le dijeron que no le pasaba nada. A los padre del dragón también les analizaron para saber si de verdad era su hijo.Y... la prueba dio negativa los padres: ¡no era hijo suyo!. No se lo explicaban. Pero luego la madre se dio cuenta.Un día en la sala de espera del médico, cuando el dragón solo era un huevo, hubo un terremoto y los huevos se revolvieron. Entonces la otra familia pudo confundirse de huevo.
Como eran vecinos, decidieron visitarlos para comentárselo. Las dos familias acudieron al médico que les hizo otra prueba. Se dieron cuenta de que se confundieron de huevo. Decidieron cambiar los dragones creciditos.
A los dos meses, la nueva familia del dragón de la piscina no lo aguantaban. Todo el día estaba aseándose y limpiando toda la casa. La antigua familia del dragón tampoco aguantaba al nuevo hijo: no sólo no se aseaba sino que también manchaba todo.Las familias quedaron para hablar sobre el tema. Y al final decidieron que lo mejor era seguir como antes .
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Laura Álvarez Villegas.

1 comentario:

Fernando dijo...

no esta mal pero se tendrian q entenderse
mejor las familias