miércoles, 25 de febrero de 2009

LA VACA FILOMENA

Érase una vez una vaca llamada Filomena.
Vivía en una granja llamada JOON BUUN.Ese día la vaca Filomena salió a pastar y cuando volvió a la granja ya no había nadie: ni personas ni animales. Entonces salió de la granja y empezó a buscar por los alrededores.
-¿Nada?- se dijo para sí misma.
-Pues nada, iré a buscar por el bosque.
En el bosque un conejo le preguntó:
-¿Dónde vas?
-Voy a buscar a mis dueños- dijo la vaca.
-¿Puedo ir contigo? porfa.
-Pues claro, cómo no- dijo Filomena.
Y lo mismo pasó con un jerbo, un gallo y un hamster.
Anduvieron y anduvieron hasta que oyeron unas voces cercanas.
-Vamos a seguirlas- dijo la vaca Filomena.
Y sin aliento, todos corrían tras las voces, hasta que llegaron a un pequeño lago.
La vaca Filomena dijo:
-Debemos bucear para llegar a nuestro objetivo.
Todos bucearon y pulsaron un botón que había bajo el agua. Y, de repente, ¡puf! aparecieron en la Sala de Mandos, en la cual había diferentes pantallas en las que se veían granjeros transformados en piedra atacando a la gente y robándoles todas sus riquezas.
Se dieron cuenta, de que los granjeros estaban hipnotizados. Los animales tenían que conseguir romper un cristal especial y así los granjeros recuperarían su estado normal, algo que consiguieron gracias al esfuerzo que hicieron todos juntos.
Al final, lograron salir por un cañón que había en dicha sala.
Volvieron a la granja y se aseguraron que el granjero había vuelto sin estar hipnotizado. El granjero aceptó a los amigos que había hecho Filomena y vivieron felices y comieron perdices y a mi no me dieron porque no quisieron.

Víctor Merayo

LOS NIÑOS POLICÍAS. PARTE 1º

Había una vez cinco niños: el primero era Jaime, el segundo era Javier, el tercero era Miguel, la cuarta era Marta y la quinta era Beatriz. A la mayoría les gustaban los aviones y el fútbol, por ejemplo, a Jaime, Javier y Miguel. A las chicas les gustaban más las muñecas y el voleibol. Ellos cinco estaban entre los diez primeros de la clase.
Un día se metieron en una aventura porque vieron un perro volador. Le siguieron hasta detrás de una papelera que había en un callejón oscuro y sin salida. Cuando llegaron al callejón, no vieron nada y buscaron por todos los sitios del callejón. ¡Hasta dentro de la papelera! Y lo malo fue que no vieron nada: ninguna pista, nada de nada.
-¿Dónde se habrá metido?-se preguntó extrañado Javier.
-Yo tengo mucho miedo- habló tembloroso Jaime -¡Me voy a casa!
-¡No te vayas!- exclamó Beatriz -puede ser peligroso.
Y Jaime se quedó, pero algún que otro de nuestros amigos también tenía miedo. Por el camino se encontraron a sus amigos, pero no muy amigos, Fernando y Ángel. Siempre les han tenido mucha manía a nuestros amigos. No les hicieron ni caso y siguieron su camino pensando en sus cosas: en cómo encontrar al perro volador y dárselo a la policía de la dimensión mágica.
-¡Ya lo tengo!- exclamó Miguel dando un chasquido -¡A lo mejor hay una puerta secreta!
-Claro, tienes razón- dijo Marta.
Entonces fueron al callejón y miraron todas las cosas y rincones que había. Al final se abrió una puerta.... Entraron y vieron...., un laboratorio con unos experimentos muy raros: cabeza de pájaro y cuerpo de cangrejo; cabeza de pez y cuerpo de pato y muchísimos más experimentos. Pero el más raro que vieron fue el perro volador. Pero no era un perro normal: tenía cuerpo de perro y alas de pájaro. A nuestros amigos les daban escalofríos mirar todos aquellos seres asquerosos que había allí. Entraron despacio y vieron unas maquinas muy grandes y raras. También había una nave espacial que tenía unas letras que ponían: CHA CA CUAFO, (eso significaba en español: USAR UN CASO DE EMERGENCIA). Fueron avanzando poco a poco... y de repente:
-¡Na na, na na, intrusos, intrusos!-sonó una alarma.
La alarma sonó porque Javier, había pisado un botón en el suelo.
De repente se abrieron unas grandes puertas y de ellas salieron unos robots muy grandes, mecanizados y eléctricos. Los robots lo único que decían era:
-Coger a los intrusos, coger a los intrusos.
-¡Corred!- grito Jaime.
-¡No tenemos que correr, lucharemos!- dijo Marta.
Beatriz lanzó una granada de humo para despistar a los robots. Después, mientras no veían, les arrancaron los circuitos. A continuación, vieron una sombra y, de repente, salió una imagen. Él era.....
CONTINUARÁ
Julio Díez

lunes, 16 de febrero de 2009

LA DIOSA DE LA NATURALEZA

Esta historia que cuenta Laura, aunque no es original suya, la publico porque me parece interesante. De esta forma conocemos historias que otros han inventado. Sí que os INVITO a que con estos personajes y lugares os INVENTÉIS una historia que a ellos les ocurre. ¿QUIÉN SE ATREVE?

Voy a contaros un cuento, bueno, en realidad no es un cuento. Se trata de una antigua historia de los griegos a la que ellos llamaban mito. Los griegos creían antiguamente en varios dioses, eran politeístas. Una de las diosas era Ceres, que era la Diosa de la Naturaleza. Ceres se encargaba de que los árboles florecieran, los cereales, de aquí su nombre, crecieran, y toda la naturaleza resplandeciera. Ceres tenía una hija que se llamaba Proserpina (los griegos la llamaban Perséfone).
El dios de los infiernos, Plutón, estaba enamorado de Proserpina. Un día en el que ésta paseaba por el campo, Plutón la secuestró y se la llevó al mundo subterráneo en el que vivía: el Hades. Allí la convirtió en su reina. Pero Proserpina no era feliz, echaba de menos la naturaleza, los ríos, el sol y sobre todo a su madre.
Mientras tanto, Ceres, angustiada, la buscaba día y noche, por el cielo, por la tierra y por el mar. Tan triste estaba que ya no florecían las plantas, ya no crecían los cereales, los árboles no daban frutos, toda la naturaleza estaba triste y la tierra parecía un desierto. Ceres pidió ayuda a Zeus, el rey de todos los dioses, para que le pidiera compasión a Plutón.
En el Hades se decía que quien comía algo, aunque sólo fuera una pequeña cosa, tendría que quedarse allí para siempre. Proserpina comió seis granos de una granada. Plutón dijo que ahora tendría que quedarse para siempre con él en el Hades.
Zeus, el Dios de los Cielos, se enteró y se lo comunicó a Ceres. Zeus fue al Hades a pedirle a Plutón que dejara que Proserpina se marchara con su madre para que así pudieran volver a florecer las plantas, volver a dar frutos los árboles y que la naturaleza volviera a ser como antes. Así llegaron a un acuerdo: Proserpina pasaría seis meses con su madre y otros seis con Plutón: uno por cada grano de granada que se había comido.
Los griegos contaban este mito para explicar el paso de las estaciones: cuando Proserpina estaba con Ceres, todo era precioso en la naturaleza porque Ceres estaba contenta. Son las estaciones de primavera y verano. Sin embargo, cuando estaba con Plutón no florecen los árboles, ni crecen frutos y hace frío: es invierno y otoño.
Sé muchos más mitos como éste, el próximo día os contaré otro.
Laura González

UNA GUERRA FUERA DE LO NORMAL

Había una vez en el país mágico del planeta Platota una ciudad llamada Plot. Allí vivían los más famosos guerreros, desde los que aparecen en las leyendas hasta los que no salían en ningún libro. Ese era un país de relajación de los soldados cansados de las peleas y luchas para conquistar ese país. En aquel lugar, los soldados, o dormían o jugaban. Por ejemplo, los Jedi jugaban a que no caiga el balón. Era un juego que se hacía en un campo un poco más grande que el de fútbol sala. Se juega con la fuerza Jedi: lanzas el balón al otro lado del campo y la otra persona la devuelve igualmente. También hay otros juegos que no voy a contar porque me llevaría todo el día hacerlo.

En Plot no gobernaba nadie, las personas eran libres. Todos compartían todo, hasta su comida. Era una ciudad como el cielo: sin hacer nada, aparecía cualquier cosa. ¡Era la casa de los sueños de cualquier persona!

Los guerreros de la última batalla, sus enemigos, también eran buenos soldados, pero malos comparados con nuestros amigos. La batalla fue muy dura, llevó muchos años terminarla y ganarla. Los que perdieron, ese sitio lo usaban para crear criaturas horribles para que lucharan, porque como ya os dije antes, ahí se creaba cualquier cosa sin hacer nada. Por eso la guerra duró tanto, cuando matabas a uno salía otro. Entonces, los soldados, que eran muy listos, llamaron a los soldados enanos para que se introdujeran entre los soldados enemigos y así acceder al centro de control de creación. Porque no creáis que salía por arte de magia, no. Esto también tenía un límite y si bajabas el nivel de producción salían menos soldados. Esto fue lo que hicieron los enanos: la apagaron y no salían más soldados. Y así fue como ganaron.

Y no creáis que la historia acaba aquí, no. Todo lo contrario continúa más. Mientras nuestros amigos estaban tan tranquilos creyendo que habían matado a todos, en algún lugar lejano alguien se levantaba: Fachosa, el jefe del ejército enemigo. El era un humano, pero muy, pero que muy malvado. Con él se levantaron más soldados de su ejército. Cuando miraron a su alrededor, vieron que estaban: ¡En la Tierra! Entonces, él y su ejército buscaron una tienda. Y encontraron una que ponía: PISTOLAS. Pero se olvidaron de leer que abajo ponía: de agua. Compraron una pistola para cada soldado y también unos globos de agua. Cogieron una nave espacial y partieron camino hacia el aeropuerto de Plot.

Cuando desembarcaron en el aeropuerto, cargaron las armas con agua. Como los soldados retirados sabían que eran pistolas de agua, cogieron las que usaban para jugar. Y empezó la guerra con un globo de agua de los enemigos. Siguieron así, partiéndose de risa. Hicieron las paces y todos compartieron ese reino y jugaron con los demás. Se divirtieron muchísimo y gritaron a coro:

-"Protegeremos a este reino con nuestra vida y no nos pegaremos"

"FIN"

Julio Díez


UN OBJETO DE AMISTAD

Érase una vez, dos amigas llamadas Juana y Luisa. Que por mucha casualidad se conocieron en unas rebajas y por esas mismas rebajas se enfadaron y discutieron, tanto que decidieron no volverse a ver.

Las dos estaban embarazadas, de un tiempo parecido, Juana iba a tener una niña que se llamaría Ana. Luisa iba a tener una niña que se iba a llamar Elma.

AL PASO DE 10 AÑOS…….

¡A Juana se le había ocurrido una idea espléndida! El 1 de junio sería el cumpleaños de Ana y había pensado que, el regalo de su cumpleaños podría ser ir a su primer campamento de verano.

MIENTRAS QUE CON LUISA Y ELMA……

Elma iba todos los veranos al campamento. A veces en el campamento estaban las amigas del colegio, vecinas y, a veces, incluso había amigas de las vacaciones de cuando iba con sus padres.

Pero lo que no sabía es que esta vez conocería a alguien que ya conocía incluso antes de nacer. ¡Sí lo habéis adivinado! Es a Ana a quien va a conocer en el campamento.

Y os preguntaréis que ¡cuánta casualidad! Que justamente de pequeñas las separaron y ahora de mayores las han vuelto a juntar. Creo que están destinadas a ser amigas o también que de esta otra manera está muy bien dicho. Que serán A.P.S, que significa amigas para siempre. ¡Y encima se conocen a los 10 años!

¿Cuándo es el campamento y cuánto tiempo dura? Son unas de las pregutas que ahora os estaréis preguntando.

El campamento es el 4 de Junio. Y son dos semanas y tres días, o tambien 17 días.

EL GRAN DÍA DEL CAMPAMENTO

Ana, con razón, estaba muy nerviosa. En cambio, Elma ya estaba acostumbrada. Al llegar al campamento, se instalaron, leyeron las normas de convivencia.

Después de todo esto, estuvieron jugando y conociendo nuevas amigas. Pero lo único que no hicieron fue conocerse entre ellas. Sí, conocieron a otras niñas, pero entre ellas no.

AL DÉCIMO DÍA DE ESTAR ALLÍ EN EL CAMPAMENTO

Al décimo día de estar allí en el campamento, juntaron a todos los niños y niñas para jugar a LA BÚSQUEDA DEL TESORO, que consiste en lo siguiente: se forman dos grupos, y a cada grupo se le da una lista de objetos que hay que buscar. El primer equipo que encuentre todos los objetos de la lista es el grupo ganador.

Nuestro grupo estaba formado por: Elena, Juan, Lucas, que es nuestro monitor, y yo Elma.

Y el otro grupo estaba formado por: Ana, Lucas, Oliver y por su monitora que era Aída.

- ¿Empezamos? ¡Preparados,… listos,… ya!-Fueron las palabras del árbitro.

Y los monitores decían gritando:

-¡Vamos! Que vais a ganar.¡Vosotros podéis!

De repente Ana y yo, vimos a la vez un resplandor.

¿A que no sabéis qué era ese resplandor?

Pues,… era,…. ¡un collar!

Ana y yo fuimos hacia el resplandor nada más verlo

Lo cogimos y vimos las manos de la una a la otra. Después, nos dijimos:

¡Hola!

Luego, Ana me preguntó:

-¿Cómo te llamas?

Y yo la contesté:

-Yo me llamo Elma, ¿y tú?

Y ella me respondió:

-Me llamo Ana.

Así nos conocimos y decidimos ser A.P.S. Que como ya os he dicho antes, pero aun así os lo voy a volver a repetir: amigas para siempre.

¿Os preguntáis, quién ganó en la competición en la búsqueda del tesoro?

Pues no os lo vais a creer ¡empatamos! Y todos ganamos el premio que era el postre de la comida. ¡Una tarrina de helado del sabor que quisiéramos!

Y, como ya os he dicho, gracias a ese collar Ana y yo nos conocimos. Y no nos hemos vuelto a separar. Y nunca jamás nos quitaremos el collar porque nos recuerda el día que nos conocimos.

Fin