lunes, 21 de diciembre de 2020

La Rampa de mi Abuelo.

 Según dice mi abuelo… Un día cuando paseaba con mi caballo, que ya tiene ¡35 años!, había una rampa ¡enorme!, con muchísima cebada. Mi caballo se resbaló y yo empecé a gritar:

- ¿Qué ha pasado?... ¡Socorro!

Mi abuelo me preguntó:

-¿Estás bien?

Y yo le dije:

-Sí, solo me he caído en un charco inmenso.

Me levanté y estaba empapada hasta los calcetines; el pelo me chorreaba a cántaros; se podía beber agua de los pantalones de la cantidad que tenían, y los zapatos... no se podía andar con ellos  porque estaban más llenos de agua que el océano.

Carla Sandoval 4º

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