miércoles, 2 de diciembre de 2020

La capa de Superman


Érase una vez un superhéroe llamado Superman. En una misión suya contra Joker se le rompió la capa y le tocó ir al sastre para que se la arreglase y siguir protegiendo el mundo.

Cuando fue al sastre para que le arreglase la capa, Superman le dijo:

-¿Me puedes coser la capa para seguir protegiendo el mundo? El sastre le contestó que sí, pero que a cambio de magdalenas, y si pudiesen ser recién sacadas del horno, que así le encantan.

Superman fue a la panadería y le dijo al panadero:

-Quiero magdalenas recién sacadas del horno porque al sastre le encantan así. El panadero le dijo que sí, pero que a cambio de pescado ya que a él y a su familia les encanta.

Superman fue a la pescadería y le dijo al pescadero:

.-Necesito pescado para el panadero y su familia, porque me ha dicho que les encanta. El pescadero le dijo que sí, pero que a cambio de leche porque no es mi comida favorita pero la necesito para el desayuno.

Superman fue a la lechera y le dijo que necesitaba leche para el pescadero para desayunar. La lechera le dijo que sí, y le dio dos cubos de leche.

Superman fue a la pescadería y le dio la leche al pescadero. A cambio este le dio cinco pescados para el panadero.

Con los cinco pescados Superman fue a la panadería y se los dio al panadero. A cambio el panadero le dio las magdalenas.

Entonces Superman fue al sastre y le dio las magdalenas recién sacadas del horno. El sastre le dijo:

-Gracias por las magdalenas me encantan y le arregló la capa.

Superman siguió protegiendo al mundo.

Mateo Téllez 4ºA

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