
Entraron al castillo pero no pudieron salir de él. Probaron de todo y no lo consiguieron.
Se quedaron allí, toda la vida encerrados en el castillo, conviviendo con los espíritus.
Al final se hicieron amigos los espíritus y los cazadores.
Pasaron el resto de sus vidas en el castillo, con los espíritus y el oro.
Javier Molpeceres 3º A
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