domingo, 4 de enero de 2009

ROMÁNTICO

Hace mucho tiempo, en un lugar llamado Manchester vivía un rey que tenía por nombre Lucas. Aquel rey no era como los demás de su tierra (celosos, egoístas, avariciosos...). Él, sin embargo era un rey muy feo, también era muy simpático, cariñoso, amable... pero su característica más valorada era que él, fuera como fuera, era la persona más romántica que alguien pudiera imaginar. El rey Lucas había tenido muchas novias pero a la que más había querido era a Sara, la última que tuvo, aunque por motivos del reinado, la tuvo que dejar. Un día él rey salió a coger manzanas al bosque ya que era su afición preferida.
Regresando al castillo, el rey Lucas vio a una chica. Al rey al verla le dio un cosquilleo y se enamoró por su encanto y dulzura. La chica al verle quedó asombrada y hecho a correr.
Él rey corrió detrás de ella diciéndola:
-¡Espera no te vayas! ¡No sé si me conocerás! Me llamo Lucas, soy el rey de Manchester.
La chica contestó:
-Siento haberme asustado, no te conocía.
El rey contestó:
-No te preocupes con este careto que tengo y que no salgo mucho del castillo es normal.
-¡Hola! Dijo la chica.
-Me llamo Andrea, vivo aquí en el bosque con mi padre Arturo, que es leñador. Vivo en una casita que hay al fondo del bosque. ¿Quieres venir a tomar un chocolate? Pues hace mucho frío y a lo mejor te apetece.
Él rey contestó:
-Desde luego que sí.
Hiendo de camino a casa de Andrea, Lucas dijo:
-¿Te apetecería venir este sábado a comer al castillo con tu padre?
Ella contesto:
-Se lo comentare ahora a mi padre.
Cuando llegaron el padre de Andrea dijo:
-¡Andrea, qué alegría verte! Está oscureciendo y sabes que me da mucho miedo que estés sola. ¡Hija mía! ¿Quién es este chaval que viene contigo?
-Se llama Lucas, es el rey y nos ha invitado a comer el sábado. ¿Te apetece ir?
El padre contestó:
-Desde luego que sí.
Llegó el sábado, los reyes estaban encantados de poder conocer a la chica de la que Lucas les había hablado tanto. Llamaron a la puerta. El rey Lucas estaba tan contento que le dijo a Juan el encargado de abrir y cerrar las puertas:
-No te preocupes Juan ya me encargo de abrir la puerta ahora.
Lucas fue a abrir la puerta y en ese momento Andrea y su padre le esperaban en la puerta del castillo. Comiendo Lucas dijo:
-Andrea, ¿te gustaría casarte conmigo?
Ella se quedó pensativa y contestó:
-De acuerdo, nos casaremos si mi padre puede quedarse a vivir aquí, en el castillo.
Lucas contestó:
-Está bien, puede quedarse aquí.
Sonaron campanas, salieron los dos, vestidos de blanco con túnicas rosas y casados los dos felices fueron.

ANDREA REQUEJO

1 comentario:

Andrea hernando dijo...

muy digamosle ¡romantico y bonito!