lunes, 7 de octubre de 2019

CELESTE Y LA GORRA ROSA

     Érase una vez una niña a la que le encantaba el color azul.Todo lo que quería era azul:la camiseta azul, los pantalones azules, los playeros azules, los coleteros azules, el traje de ballet azul... La niña se llamaba Celeste.
   El problema de Celeste es que tenía el pelo de color azul y todos se burlaban de ella con el apodo " Pelo de Mar ". Pero un buen día ella decidió vengarse.
   En su sótano había una trampilla que tenía destellos rosas, la abrió y Celeste cayó por un tobogán y aterrizó en una cama elástica. De un bote salió, hizo una voltereta y ocurrió una inesperada caída.
   Observó el lugar: tenía las paredes azules y dos caminos uno rosa y uno negro. Se dijo "odio el negro". Entonces continuó por el rosa. De repente, se encontró con una especie de "pulptista" (medio pulpo, medio dentista)que le retó a bailar ballet. Por supuesto, ella ganó.
    Siguió su camino hambrienta y se encontró con un "perrocinero" (medio perro, medio cocinero)que le retó a preparar una ensalada con lechuga, tomate, pepino, aceitunas y pepinillos. Ella ganó y se comió la ensalada.
    Esta vez se encontró con dos puertas: en una ponía: "Bebe aquí"; y en la otra ponía: "No bebas, está podrida". Celeste eligió la puerta dos, la podrida, y...¡Era la correcta! Siguió andando, y esta vez se encontró con tres cuadros: a) "Estoy maldito"; b) "No pasa nada" y c) "Entra sin miedo". Eligió el a y... ¡otra vez era el correcto! La aspiró el cuadro y... ¡pum! se encontró con piedras. En un cartel que había allí ponía: "Elige una piedra, dale una patada o sino se te caerán todas encima".
Lucía Fernández 4ºA
  Celeste decidió dar una patada a la piedra que estaba más alejada, le latió el corazón a mil por hora y ¡hasta se pusó roja! Pero no pasó nada. Así que bailando la canción "Vamos pá la playa" continuó su camino. Tenía hambre, sed y sueño. Así que se acostó después de comer una manzana y un batido de chocolate que tenía en la mochila y se durmió.
   Al día siguiente, hizo una especie de hechizo para congelar el tiempo y poder seguir su camino. Se encontró con un medio máquina, medio bolígrafo y una nota que decía: "Pasa esta fase y una última prueba hallarás. Adivina la palabra y pasarás".Pensó... Había una O al final de la palabra, probó suerte y dijo: "¡gato!". Se abrió un camino entre las rocas y Celeste pudo pasar.
   La última prueba era: dibuja y pinta lo que te haga ser distinta. Dibujó su pelo azul. Halló una gorra rosa. A ella no le hizo ni pizca de gracia que la gorra fuera rosa porque la quería azul pero se aguantó y se la puso.
    En la gorra ponía: "Gorra mágica, convierte al desalmado en amable". Y así, se fue a casa.
    Nunca más se burlaron de ella.

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