En un palacio vivían una bella princesa y un hermoso príncipe, y
no muy lejos de allí había un zoo lleno de animales.
Todos los
domingos a la princesa le gustaba mucho ir al zoo, pero aquel día pasó algo
inesperado. Según estaba llegando, no podía creer lo que veía. Los monos, los
elefantes y los tigres se estaban escapando! Rondaban a sus anchas por toda la
villa: los monos se dirigían al bosque los tigres a la ciudad y los elefantes a
la montaña.
La princesa
avisó al príncipe y llamó a los cuidadores del zoo para contarles lo que estaba
pasando. Mientras el príncipe ordenó a los soldados del palacio para que se
distribuyeran por grupos y ayudaran a los dueños del zoo a encontrar a los
animales.
La princesa y
el príncipe estaban muy preocupados, cuando de repente, oyeron un estruendo.
Corrieron como locos hacia la ventana azul que había en su sala favorita, y
vieron con horror que ahora los que estaban haciendo una estampida eran sus
gallinas y el resto de los animales que tenían en su granja.
Poco después
vieron cómo iban llegando también a toda velocidad los monos, los elefantes
gordinflones y los tigres. Los monos iban protestando, haciendo uhhh, uhhh,
uhhh!, porque los tigres les querían morder la cola.
Todos
los animales iban contentos por la experiencia vivida, pero echaban de menos la
tranquilidad y el cariño que les daban las personas que iban a visitarlos
diariamente al zoo, así que decidieron volver. Pero antes quisieron hacer una
fiesta por todo lo alto en el valle,donde daba mucho el sol, y todos fueron felices y comieron
perdices.
Natalia Lázaro 4ºA
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