viernes, 3 de febrero de 2012

MARÍA SE TROPEZÓ CON UNA PIEDRA

Érase una vez una niña llamada María que iba patinando por la calle. Se sentó en el banco del  parque y se tomó un bocadillo. Luego continuó el camino y de repente se tropezó con una piedra. Se cayó al suelo. Un niño que pasaba por allí, que se llamaba Daniel Álvarez, le ayudó a levantarse. Después María se fue a su casa. Estaba lena de moratones y rozones. María, del dolor, se puso a llorar. Después su madre la consoló y la curó. María se fue a su cama a dormir. Su madre le contó un cuento y se quedó dormida. A la mañana siguiente fueron a comprar un perro.
Victoria Pascual

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