viernes, 3 de febrero de 2012

PERDÓN DUENDECITO

Os voy a contar una historia sobre mí. Empieza así:
Yo paseaba por el parque, me tropecé y vi que ¡había pisado a un duende! Me puse a hablar con él:
-¿Quién eres?- pregunté:
-Un duende- respondió,
-¡No me digas que ese chichón te lo he hecho yo?
Volví a preguntar preocupado.
-Sí, me duele mucho- respondió.
Me lo llevé a casa y lo curé. Se quedó unos días y yo le daba de comer y le vinieron a buscar en una navecita.
Dani Esteban

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