Un día María fue al parque. Se tropezó con algo.
-¿Qué será?- pensó María.
-Soy un duende.- contestó.
-¿Te he hecho daño?- preguntó María.
-Un poco.- contestó el duende.
Diez minutos después en su casa:
-¿Te escuece?- preguntó María.
-Ya no. -contestó el duende.
-Te ha salido un chichón- dijo María
-No importa.- contestó.
Dani Álvarez
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