viernes, 3 de febrero de 2012

Un día cualquiera.

Érase un día cualquiera, en el que Doña Pepita venía de la compra, durante el trayecto se tropezó con Papá Pitufo. El pobre se hizo mucho daño.
-¿Te duele mucho?- preguntó Pepita.
-Sí un poco- contestó Papá Pitufo.
Lo llevó a casa y le curó.
-Gracias contestó- Papá Pitufo.
-Las que tú tienes, salado- contestó Pepita.
Pablo Fernández

1 comentario:

la sari dijo...

¿El nombre o la idea de ´´papa pitufo´´ esta genial.¿De donde la abras sacado?